viernes, 12 de febrero de 2010

“Forrest Gump” me enseña una lección

Romanos 8:38-39 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Me parece curioso, las diferentes formas que Dios escoge para hablarnos. A veces lo hace por medio de sus profetas, otras veces lo hace por medio de revelaciones en sueños y a ti; Dios te habla hoy, por medio de esta reflexión. A veces utiliza medios más drásticos como lo que me pasó a mí. Me sentía triste, cargada y un poco insegura como consecuencia de un momento de prueba y en medio de mi búsqueda humana a respuestas; Dios me habló por medio del personaje de Forrest Gump (una película de Hollywood).

Me deleitaba con el papel de inocencia del protagonista; cuando de repente comencé a percatarme de que no había prácticamente ninguna tribulación que el personaje no pudiera conquistar de alguna manera. Más bien, veía lo positivo que pudiera surgir de cada situación precaria. En todo momento, él parecía sólo ver lo bueno. Los chicos del barrio lo obligaban a correr porque lo perseguían con el auto y de no hacerlo, lo hubieran atropellado. El casi parecía mirarlo como una forma de ejercicio, y de hecho, como consecuencia de todo lo que le hicieron correr, uno de esos días; mientras huía, un entrenador de deportes lo vio y lo reclutó para participar como corredor en el equipo de football y ese personaje fue bendecido con una beca universitaria y de hecho, se graduó. Luego, ingresó a las fuerzas armadas. Allí pasó muchas pruebas, pero ninguna que le pudo vencer y derrotar su espíritu luchador y optimista. Si lo hacían caminar horas y horas, lejos de concentrarse en lo mucho que le hacían caminar, él decía que se gozaba de poder disfrutar de la naturaleza. Si le hacían pasar noches interminables afuera en la lluvia, él no miraba su condición de incomodidad y frío --se cubría lo mejor que podía y se entretenía escribiéndole cartas a una amiga de la infancia y así sucesivamente.

Aquel personaje nunca se detuvo a quejarse, ni a mirar la amplitud de sus problemas. Aquel personaje sólo veía que en todo había oportunidad de crecer, madurar y disfrutar mientras aprendía algo nuevo y fortalecía la esencia de quien era. Su mejor amigo le dijo que cuando se jubilaran de las fuerzas armadas, quería que fuese su socio de negocios en su propia embarcación de pescadería. Su amigo murió en el proceso de la guerra, pero él cumplió su palabra y aunque ya su amigo no estaba, el cumplió su parte y compró la embarcación pesquera. Trabajó en eso durante un tiempo, pero sin lograr éxito. Un teniente a quien él le había salvado la vida durante el tiempo de guerra, se fue a trabajar con él y un día, de forma incrédula y sarcástica le dijo que si no veía buenos resultados que por qué no le pedía a Dios que le trajera bendición a su negocio. Y él aceptó el reto, se fue a la iglesia, se activó como cristiano, y comenzó a pedirle a Dios por un milagro y Dios lo bendijo. Entonces, sobrevino una fuerte tempestad, todos los barcos pesqueros perecieron, menos el de aquel personaje. Como consecuencia, toda la industria fue para ellos. Lograron comprar entre ambos, 12 embarcaciones y les suplían a todos los restaurantes y supermercados del estado. Luego lo mandaron a llamar porque su madre agonizaba, se fue de inmediato sin pensarlo dos veces para cuidar de su madre. Nunca regresó a su negocio. Pero su amigo, el teniente, a quien Forrest le había salvado la vida, continuó con el negocio. Y decidió comenzar a comprar acciones y como resultado, ambos se convirtieron en hombres multi millonarios.
Pero ni siquiera el dinero cambió su filosofía de vida. Más bien se concentraba en ayudar a los demás, en superarse a sí mismo, en ver todo lo bueno y positivo, aun cuando era casi imposible ver algo bueno en medio de sus pruebas, nunca se dio por vencido y como consecuencia, Dios le bendijo, se glorificó en su vida de forma extraordinaria. Sirvió de gran inspiración a muchos.

Esta película me puso a pensar mucho y Dios comenzó a hablarme por medio de pasajes bíblicos en mi mente… Jeremías 33: 3 Clama a mí, y yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Mateo 7: 7 Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo 6: 34 Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal. Isaías 43: 2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti. Salmo 121: 7-8 Jehová te guardará de todo mal, él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.

Colosenses 4: 5 Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. 2 Timoteo 3: 11 …Persecuciones que he sufrido, mas de todas me ha librado el Señor. 1 Pedro 5: 7 Echad toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros. Apocalipsis 2: 7 Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios. 2 Corintios 12: 9 Y me ha dicho el Señor: “Bástate de mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Juan 16: 33 En el mundo tendréis aflicción, más confiad, yo he vencido al mundo.

Y de repente, decidí enfocar mis fuerzas en alabar y bendecir el nombre de Dios. Comencé a testificar con mi boca, mi alma y corazón que Dios es ha sido y seguirá siendo el Dios que todo lo puede. Comencé a decirle que aunque mi mente dude, yo no confío con la mente, sino con el corazón. Para el no hay nada imposible, no hay batalla invensible, no existen barreras demasiado altas, no hay problema que pueda resistir o sobrepasar el poder omnipotente de Dios. De repente, el problema me pareció verse más y más pequeño. Comencé a concentrarme en fijar mis pensamientos en todas las victorias que Dios me ha regalado en el pasado. Comencé a recordar las angustias pasadas, que se tornaron en cosa insignificante tras haber visto la mano de Dios una y otra vez, aleluya. No dejes de hacer la parte que te corresponde hacer según la capacidad que Dios te ha dado. Y descansa en Dios mientras se glorifica en los imposibles de tu vida. Por más que parezca tardar su respuesta, confía en Dios y El hará. Confía en su providencia, confía en su omnipotencia, confía que Dios tiene el control de todo.

Amigo y amiga, no te detengas más, no pierdas más tiempo pensando en lo que te aflije. Siempre vamos a tener algún tipo de aflicción porque si Jesús padeció, nosotros no somos mayores que nuestro Señor --claro que vamos a padecer. Todos padecemos. Lo importante es la victoria que hayamos en Cristo. El es nuestro poderoso Gigante. Nos manda a permanecer quietos y a reconocer que El es Dios. ¿Tienes problemas de salud? ¿Tienes problemas de matrimonio? ¿Tienes problemas emocionales, o sicológicos por daños que te hicieron en tu pasado? ¿Tienes problemas de finanzas? ¿Tienes problemas con los vecinos, con algún compañero de trabajo, o con tu familia? ¿Tienes problemas de drogas? Clama a Dios, sube tu alabanza al Dios que te dio la vida. Entrégale la totalidad de tu existencia, y entrégale tus problemas. Ven rendida y rendido a los pies del Maestro y El te ayudará, te consolará, te regalará fuerzas renovadas como las del águila. Recuerda el pasaje central de hoy… ni la muerte ni la vida te podrán separar de Dios. Y aun cuando te falle tu propia fuerza, ofrécele a tu prójimo tu consuelo, tu paz, tu perdón. Ofrécele siempre lo mejor de ti porque Dios que te está mirando, te recompensará de una forma o de otra. Dios traerá bendición a tu vida. ¡Dios es tu única salida! Si no le has entregado a Cristo tu corazón, te invito a que lo hagas hoy mismo. Te invito a que tomes una dirección drástica para tu vida. Clama a Dios por tu salvación y vida eterna porque las pruebas de este mundo son pasajeras, pero la salvación es eterna. No hay salud física, riqueza terrenal, o fama que se pueda comparar con lo que Dios te ofrece. Toma fuerzas, se valiente, y ven a los pies de Jesús. Abrázate a la cruz de Cristo con todas tus fuerzas y rehúsa soltarte por más que arrecien los vientos de prueba y tribulación contra ti. Dios te dará paz aun en medio de tus problemas, mientras se glorifica en ayudarte a resolver lo que para ti parece ser imposible. ¿Qué tienes que perder? Ya lo has intentado todo. ¿Por qué no darle una oportunidad a Aquel que dio su vida por ti aun sin merecerlo? Concéntrate en buscar de Dios y verás como tu vida comienza a cambiar.

Y tú, hombre y mujer de Dios… no temas, Dios está contigo… no temas, Dios no se ha olvidado de ti. No temas, Dios está escuchando cada petición y enjuga toda lágrima. No temas, El es tu poderoso Gigante. No temas, Dios es Alfa y Omega, Principio y Fin. No temas, ya Dios venció al mundo, y por consiguiente, tú también vencerás. No temas, Dios no te dejará en vergüenza y aun cuando no te de justo lo que quieres, siempre te va a dar justo lo que necesitas. Y siempre repite en tu corazón: “Mi Dios me hará justicia”.

¡A Dios sea toda la gloria!

Pensamiento: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en la tribulación.
Oración: Amado Dios, muchas gracias por cuidarnos, y guiarnos hacia la victoria verdadera. Ayúdanos a seguir adelante, con nuestra mirada erguida hacia arriba, mirándote sólo a ti. Amén.

4 comentarios:

  1. ¡Que buena reflexión!...muy edificante, que Dios te siga bendiciendo.
    Toda la Gloria sea para Dios. Amén.

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  2. Es por eso que esa película es una de mis favoritas.La fe mueve montañas

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  3. hace dos dias vi la peli en la tv pero era como verla en super camara lenta cada accion dee forest y su entorno que tremendo ejemplo para tomar en nuestras vidas Me Re Bendeciste con la reflexion cada palabra!!! DTB!!!!!!

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  4. Buscaba que Dios me hablara hoy... y en tus palabras confirma lo que el Señor me quiere decir una vez, mas y más... ¨no temas por que Yo estoy hay siempre¨
    gracias por tus palabras

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